5 formas de combatir la pereza infantil que funcionan

5 способов борьбы с детской ленью, которые работают

“Mi hijo no quiere hacer nada …”, “El hijo es terriblemente perezoso …”, “Mi hija no necesita nada …” – tales quejas las pronuncian casi todos los adultos que crían niños. Pero qué hacer realmente si el niño es terriblemente vago. En esencia, la pereza es una falta de motivación. El niño simplemente no entiende por qué necesita estudiar, limpiar su habitación y hacer otra cosa. Si el niño percibe todo esto como una carga insoportable, entonces créele motivación, pero… ¡artificialmente!

1) ¡Tú, yo, yo, tú!

Por supuesto, todos quieren que el niño muestre iniciativa e independencia por su propia voluntad. Pero, al comienzo de la lucha con la pereza de los niños, hay que presentarle el concepto de “responsabilidad mutua”. Ofrézcale a su hijo que mantenga su habitación en buen estado y usted, a su vez, prometa un viaje al cine, un viaje o una hora extra para jugar en la tableta. Si él no cumple con sus deberes, tú no cumples la promesa y viceversa.

2) Motivación económica.

La motivación monetaria es una de las más fuertes para los niños. ¿Quién no quiere apoderarse de una determinada cantidad de dinero para uso personal? Si no mima a su hijo con constantes obsequios costosos y no cumple con todos sus caprichos a pedido, la motivación monetaria será de gran ayuda para combatir la pereza. Simplemente no le dé dinero a su hijo o hija por cada acción que realice. Simplemente discuta una serie de tareas del hogar por las cuales el niño recibirá una cierta cantidad de dinero de bolsillo una vez a la semana. ¿No lo hiciste? ¿Olvidó? ¿No quiere? Así que no hay incentivos en efectivo.

3) Sepa agradecer.

No dé por sentado los esfuerzos infantiles. Aprenda a decir la simple palabra “gracias” a su propio hijo si le ayuda en la casa. Alégrate cuando obtenga buenas calificaciones en la escuela. Celebre el final de otro período escolar. Todas estas amables palabras y la gratitud de los padres reforzarán el comportamiento positivo del niño y lo motivarán a hacer todo más.

4) ¿Realizaremos un contrato?

Si el niño ya tiene más de 11 a 12 años, entonces puede concluir un acuerdo por escrito con él, en el que anote todos los derechos y obligaciones de ambas partes. Aquí se puede escribir un poco en broma lo que el niño promete hacer y lo que, por su parte, los padres prometen hacer y permitir. No olvide que todavía está redactando un contrato con un niño y no con un adulto.

5) Requisitos reales.

Piénsalo, ¿tal vez le exiges al niño lo que no puede hacer? Entonces no es de extrañar que el niño se esconda detrás de la pereza, para no asumir deberes insoportables. No olvides que frente a ti todavía hay un niño, no un adulto. Estar en la escuela es un trabajo real, limpiar su habitación, asistir a las secciones, cuidar de las mascotas, cocinar, todo esto requiere la fuerza del niño. Si le da a su hijo una lista interminable de tareas pendientes todos los días que definitivamente no hará, entonces no la comenzará. Sé más leal a tu hijo y no le exijas cosas imposibles.

Recuerde de una vez por todas que la mayoría de las veces los propios adultos son perezosos y no están dispuestos a hacer algo. Reducir los requisitos, generar motivación para el niño para que él mismo quiera moverse, diversificar su vida cotidiana. Apoya a tu hijo, sé un ejemplo para él, solo en este caso podrás superar la pereza infantil.

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