A menudo, un niño está enfermo: este es el problema más urgente que todos los adultos discutieron y discutieron. Los padres que están luchando con ella sin éxito le hacen a los pediatras la misma pregunta “¿qué le pasa al niño?” No tuvimos tiempo de recuperarnos de un resfriado, ya que comenzó el dolor de garganta. Bebimos antibióticos, pero contrajimos disbacteriosis. Un “ramo” de diagnósticos, uno más triste que el otro, puede cambiar según la temporada. Y así, los padres aceptan casi humildemente el hecho de que en el período otoño-invierno el niño definitivamente se enfermará.
Que dicen los pediatras
Para definir el concepto de “niños con enfermedades frecuentes”, los médicos domésticos utilizan un sistema condicional para contar los casos de enfermedades a lo largo del año. Según este sistema, a un niño se le suele llamar enfermo:
– hasta 1 año, si las enfermedades respiratorias ocurren 4 o más veces al año;
– de 1 a 3 años, si las infecciones respiratorias agudas ocurrieron 6 o más veces al año;
– de 3 a 5 años, si ARI 5 o más veces al año;
– mayores de 5 años, si es IRA 4 o más veces al año.
Pero en algunas familias hay niños que parecen enfermarse regularmente todos los meses, por lo que resulta que el número total de morbilidad es de al menos 12 veces al año. Y sucede.
Es bueno que los padres cariñosos no solo se ocupen del tratamiento de otro resfriado o infección viral en un niño, sino que también saquen las conclusiones correctas de las conversaciones con los pediatras. ¿Qué conclusiones son correctas? Intentemos averiguarlo.
Razones por las que un niño es propenso a enfermedades frecuentes
Estereotipo No. 1. Un niño a menudo está enfermo porque su inmunidad personal es débil y no puede hacer frente a los patógenos.
Las células inmunes comienzan a formarse incluso durante el desarrollo intrauterino del feto. Las complicaciones durante el embarazo en la futura madre pueden conducir a la prematuridad, la inmadurez de los sistemas y órganos del niño, y esto puede conducir a un debilitamiento de la inmunidad en el futuro, después del nacimiento.
En los primeros meses de vida, la leche materna tiene un gran efecto sobre la inmunidad. Por lo tanto, los bebés amamantados son menos susceptibles a todo tipo de infecciones virales y bacterianas.
Las intervenciones quirúrgicas y las enfermedades graves (disbacteriosis, raquitismo) transferidas durante el primer año tienen un efecto muy fuerte sobre la fortaleza del sistema inmunológico. El uso prolongado de ciertos medicamentos (incluidos los antibióticos), las enfermedades crónicas y las condiciones de inmunodeficiencia congénita también afectan las funciones protectoras del cuerpo.
Consejos para adultos: La fuente de infecciones frecuentes inexplicables de los niños con infecciones pueden ser parientes cercanos que descuidan las reglas de higiene personal y si ellos mismos tienen infecciones crónicas avanzadas.
Los padres también deben conocer los signos que sugieren un estado debilitado del sistema inmunológico del niño:
– círculos oscuros debajo de los ojos, color de piel pálido, el niño está letárgico (lo que también ocurre con el desarrollo de anemia y algunas otras enfermedades de la sangre);
– falta de apetito y, a menudo, estreñimiento o relajación de los intestinos;
– Uñas quebradizas, se cae mucho cabello o se ven apagadas y con las puntas abiertas;
– ganglios linfáticos agrandados en el cuello;
– Erupciones herpéticas frecuentes en la piel del contorno de la boca y en los labios.
Estereotipo No. 2. “Niño enfermo” es sin duda cuando el bebé está acostado tranquilamente en la cama, y junto a él en la mesa están alineados, todo tipo de cajas, biberones, biberones con píldoras y pociones están acostados y de pie. Y también hay una madre o abuela cerca, que está ocupada con recetas, tiritas de mostaza y gárgaras.
Consejos para adultos: Si el bebé no está en la cama, ¡no entre en pánico! Organice su tiempo libre en la casa durante su enfermedad: déjelo jugar tranquilamente, dibujar, pintar, armar un diseñador, examinar dibujos en libros y revistas. Si no tiene apetito, no lo alimente a la fuerza. Solo asegúrese de estar bien vestido y beber tantas veces como sea posible (cualquier líquido que le guste). Él te pedirá que comas, debes esperar un poco. Esta es la cosa más importante.
¿Cuál es el impacto de las enfermedades frecuentes en la vida del niño y de los padres?
No importa cómo los pediatras persuadan de que las enfermedades frecuentes son temporales, que todo mejorará, el bebé superará el crecimiento, pero para muchos padres, un niño frecuentemente enfermo se convierte en un verdadero dolor. Los padres esperan ansiosos el inicio del cambio de estación y el frío, ya que están 100% seguros de que les espera otra serie de dolencias.
Se forma un círculo vicioso. La inmunidad débil no puede hacer frente a una enfermedad; en su contexto, el niño se infecta con nuevas infecciones y adquiere una enfermedad crónica y lenta. Y todo continúa casi indefinidamente. Como resultado, el calendario de vacunación se cambia, el bebé no puede asistir al equipo de niños (en el jardín de infantes o en la escuela) y la madre está con él de baja por enfermedad casi sin descansos.
Las enfermedades frecuentes son el motivo de la aparición de un “complejo de inferioridad” en un niño, ya que los padres, con su supercuidado, restringen al niño en las actividades habituales de los niños de su edad. Por ejemplo, no se les permite subirse a barras horizontales, andar en bicicleta, jugar al fútbol. El niño tiene pocos amigos, porque está inactivo en el círculo de compañeros o, por el contrario, irritable y grosero.
Elena, madressueltas.es
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