El embarazo no es solo el momento de esperar el milagro del nacimiento de un bebé, sino también el momento de revisar por completo tu estilo de vida, cambiar tus hábitos, dieta y rutina diaria. La apariencia del vientre dicta un cambio de vestuario. Esta regla se aplica no solo a la ropa de abrigo, sino también a los zapatos, que en primer lugar deben ser cómodos. Pero la realidad moderna deja su huella. La vida urbana hoy en día es prácticamente imposible sin tacones.
Zapatos óptimos durante el embarazo
Al elegir zapatos durante el embarazo, no puede abandonar por completo el talón, pero la selección de la opción óptima debe cumplir con una serie de criterios.
El talón debe ser ancho.
Debe ser estable.
Tener una altura de no más de 3 cm.
Además de un enfoque cuidadoso para elegir un tacón, debe prestar atención a la calidad de los zapatos, que deben estar hechos de materiales naturales, deben estar equipados con soportes para el empeine y no tener correas de ajuste ni calcetines estrechos. Las bailarinas que parecen a primera vista el zapato más cómodo durante el embarazo no lo son, ya que, al tener una suela completamente plana, pueden dar lugar a pies planos.
La selección de zapatos de invierno también debe ser igualmente cuidadosa. Los zapatos de invierno usados durante el embarazo deben tener suelas antideslizantes. Al decidir comprar botas, es mejor elegir un estilo de tal manera que la caña se ajuste perfectamente alrededor de la pantorrilla. Para hacer esto, es mejor probarse al final del día, cuando la pierna está más hinchada y refleja una imagen más real.
Por qué no se recomienda usar tacones altos
Si hay una gran necesidad o un gran deseo de ponerse tacones, existen una serie de recomendaciones para evitar consecuencias negativas y, lo más importante, dañar al feto.
No se recomienda usar tacones después del primer trimestre del embarazo.
Los tacones altos no se pueden usar más de 2-3 horas al día.
No debes usar zapatos nuevos, lo mejor es optar por los ya usados o elegir una talla más grande.
Después del tiempo pasado en tacones, se recomienda restablecer la circulación sanguínea y aliviar la hinchazón, lo que se logra con una ducha de contraste o un pequeño masaje de pies, que se puede realizar con un simple biberón.
Los aspectos negativos de los tacones altos durante el embarazo se asocian principalmente con un aumento de la carga en la columna a medida que el bebé crece dentro del útero. Las venas varicosas o los calambres en los músculos de la pantorrilla pueden ser consecuencia del embarazo y los tacones altos.
Además, el uso de tacones puede provocar problemas más graves, como caídas, con lesiones posteriores. Un cambio en el centro de gravedad al caminar con tacones dará lugar a la aparición de estrías adicionales y piel flácida en el abdomen. La tensión muscular excesiva y la carga en la pelvis pueden causar hipertonicidad del útero, lo que conducirá a la amenaza de un aborto espontáneo.
Naturalmente, toda mujer quiere lucir irresistible y los tacones altos a menudo ayudan con esto. Pero vale la pena sopesar cuidadosamente los pros y los contras de tal belleza, que puede conducir a un riesgo injustificado de un embarazo normal. Vale la pena recordar que el embarazo no es un período tan largo y durante este tiempo es muy posible limitar sus deseos por el bien de la salud del feto.
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